04 Jan
04Jan

Me estoy empezando a dar cuenta que Hollywood comienza a tolerar más las temáticas controversiales. Las razones se pueden intuir y todo está basado en ofrecer una buena imagen al mundo, que detrás de un grupo corrupto y lleno de escándalos, hay personas con buen corazón que dan oportunidades a los cineastas novatos para darse a conocer. Eso desgraciadamente allí no existe, pero si nos movemos a países de Europa, el cine independiente tiene siempre todas las posibilidades para brillar. Las que suenan con mucha fuerza son posteriormente relegadas a las premios AMERICANOS. La buena imagen señores.


Dejándonos de criticar a los pobres patriotas, esta producción mayormente italiana trata un tema que ya vemos con mucha frecuencia, comparándola con otras épocas, en la que se prohibía para la audiencia y ahora está mejor vista entre muchas comillas.


A los amantes del cine nos da igual ver a tíos y tías, tías con tías o tíos con tíos. Lo que más nos importa, respetando siempre el grado de moralidad, es ver en las películas románticas bien contadas, que la química entre sus protagonistas nos atrape haciéndonos sentir en primera persona las fases de la relación.


Muchos pensarán, los que solo se fijan en la sinopsis sin ver la película, que esta va a los premios de cabeza simplemente por el tema del que trata y eso a los críticos y a la academia en sí gusta mucho. Pero los que la vieron y la amaron como yo captaron momentos que en bastante tiempo no se te quitarán de la cabeza. Frases memorables, escenas románticas que te roban el corazón dando igual si eres hetero, con una exploración fantástica de la madurez y el despertar sexual. Sin la ayuda de las actuaciones de sus protagonistas, posiblemente no se les encontraría el mismo impacto.

Las dos son sorprendentes, porque uno de ellos ni lo conocíamos y al otro no se le daba una confianza de buen actor, solo habiéndolo visto en películas comerciales. Se demuestra aquí una vez más que con buenos directores detrás de las cámaras y grandes guiones se les puede sacar la mejor interpretación a cualquier actor (Bueno, hay excepciones). Timothée Chalamet se ha convertido instántaneamente en un actor para echar el ojo, con un futuro muy prometedor. Armie Hammer calla la boca a algunos cuantos como yo y se afianza para ser elegido por grandes directores.


La música es un elemento esencial para acompañar a las escenas románticas y sentimentales de la trama. Con temas a piano y algunos de artistas, se les encuentra a cada toma un mayor impacto dramático.



Lucas Guadagnino lleva a la gran pantalla una historia que emociona y deja huella en nosotros. Con una dirección íntima y sutil, se ambienta en lugares cálidos y cerrados para favorecer más al tono del film. Una película maravillosa que merece sus tantas nominaciones y que lleva muchas papeletas para arrasar.

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