06 Apr
06Apr

Decidido a olvidar la construcción de su problemático universo cinematográfico, Warner (DC) prescinde de sus talentosos y menospreciados arquitectos para cambiar drásticamente de enfoque. Cuando antes pensaba fabricar zumo de naranja, ahora ha pasado a hacerlo de plátano. Pensando que de todas maneras sigue siendo zumo. Esto, en una metáfora estúpida, viene a explicar la remodelación llevada a cabo por la compañía, que arranca su camino donde lo dejó pero que prosigue por otro. Es un vía más dulcosa en términos monetarios, y más distentida de lo que los admiradores de la libertad y brillantez desean. Donde lo diferencial le es indiferente.

Entendemos que para evitar mayores destrozos se apueste a lo que el público fácilmente se encariña: un carácter alocado e insensato como su protagonista adolescente, pleno de descaradas referencias culturales y burlas a los estereotipos propios del género. Resulta, en última instancia, en un producto directo sin apenas alardes por destacar.

 DC ha encontrado en "Shazam" su rayo de luz exitoso, ameno y divertido. No quiere saber nada más de ciudades góticas sumida en depresión ni ahondar en reflexiones simbólicas. Sus aspiraciones se reducen a sacar la risa contagiosa y coral en el menor tiempo posible de su "Deadpool" infantil y particular, cuya única introspección viene dada al mensaje universal sobre la familia. 

LO QUE MÁS ME GUSTA: Zachari Levi es una completa risa sin límites

LO QUE MENOS ME GUSTA: Que el protagonista no despierte el interés colectivo y genere la dependencia de su álter-ego


Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO