03 Feb
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El 8 de diciembre tuvimos la esperada nueva temporada de la gran apuesta de Netfix. La complejidad de mostrar todos los importantes acontecimientos que transcurrieron durante el reinado de Isabel II sin olvidar ningún aspecto o detalle histórico, añadiendo la difícil y meritoria tarea de recrear los lujosos escenarios como el palacio de Buckingham (o mejor dicho por Jackie Kennedy: un simple hotel provincial descuidado). Pero gracias al genial manejo de Peter Morgan y de los demás productores, no tuvimos una serie hueca y una adaptación histórica desechable.


El creador sabe perfectamente a qué público quiere dirigirse. Pocas personas podrán aguantar tostones históricos, con tramas políticas complicadas. Esta serie también lo tiene (porque es necesario), pero sabe darle un equilibrio junto con las tramas personales de sus personajes. Todo el “marujeo”, la prensa rosa y demás atraen al espectador y le hacen descubrir importantes e curiosos secretos que nunca supieron de los lugares internos del Palacio Real.


Temíamos por una bajada de emoción con la retirada de Winston Churchill. Las mejores escenas de la primera temporada las tenía él, gracias a la garra dada por John Lithgow. Aunque pensábamos que el relevo lo tomaría la deseada figura de Kennedy, su personaje solo sirvió para un episodio y no verlo más. Pero levantando el brazo con fuerza detrás de la reina , el príncipe Felipe y la princesa Margarita ganan más protagonismo convirtiéndose en símbolos de la serie más allá de acompañar a la reina. Adquieren mayor presencia e interés, y Matt Smith y Vanessa Kirby cumplen con creces en papeles meritorios.



Pero dará igual cuantas cosas podría mencionar de buenas poco comparables a la elegancia de nuestra querida reina. Good Save the queen, Dios Salve a la Reina. Claire Foy ES LA REINA ISABEL II. No habrá otra reina como ella, capaz de hacernos sentir tantos profundos sentimientos en una sola, y simple mirada. No es una actuación de alaridos, ni de personajes estranbóticos con maquillaje. Es una actuación de gestos, movimientos faciales y diálogos sutiles, de una persona que no deja de ser simple como el resto. Ella nos dice con todos esos matices que es una persona humana, antes que cualquier reina.


En definitiva, Netflix ya se superó en su primera temporada, pero esta segunda es incluso un paso más allá. Narrativamente es un prodigio como documental de hechos históricos; estéticamente es una belleza, de localizaciones y vestuario. The Crown es ante todo, una serie de personajes, bien desarrollados y con capas de profundidad que se les pueden encontrar.  Una pequeña obra maestra, solo manchada con la arrogante mini-presencia de la figura de Joh.F Kennedy. Para aparecer tan poco y hacerlo tan mal, manchando su nombre y leyenda, mejor no haberlo mostrado.


LO QUE MÁS ME GUSTA: Claire Foy sentada como reina

LO QUE MENOS ME GUSTA: El menosprecio que tuvieron por la figura de Kennedy

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