24 Mar
24Mar

Se podría decir sin dudarlo que The end of the fucking (aquí ya hablo sin censura) world es la gran sorpresa del mundo de las series de lo que llevamos de 2018. Nadie en su sano juicio llegaría a pensar de su éxito, con capítulos que no superan ni la media hora y con medios apenas para sobrevalir. Pero basta con tener un buen contenido en tus manos y sobre todo, unos personajes INTERESANTES.

Basada en la novela gráfica de Charles F. Forsman, este comedia negra (exageradamente negra diría yo) es tan rocambolesca y disparatada que todo lo que yo diga suena corto. Partiendo de sus protagonistas bizarros y diferentes uno del otro, la historia se va desarrollando en una estructura "road-movie", salidas y llegadas a determinados puntos y en ellos vamos descubriendo los traumas de cada uno de ellos, lo que les ha llevado a tomar las decisiones de abandonar sus hogares. Pueden parecer personas locas en un principio, caricaturas de ficción, pero con el paso de escenas la visión que has adquirido de ellos se habrá transformado en un pensamiento más comprensivo y cercano. La evolución de sus protagonistas es la clave de su éxito. Alex Lawter y Jessica Barden lo bordan en los papeles de James y Alyssa, haciendo una contraposición de estilos y formas de actuar muy divertidas.



Sin contar con un presupuesto millonario, este show británico triunfa gracias a sus personajes y su buen uso de la comedia. Meten relleno de otros personajes que no interesan lo más mínimo (relación amorosa- lésbica de dos policías) pensando que no es suficiente con lo que tienen. 

LO QUE MÁS ME GUSTA: Sus dos protagonistas son el mejor retrato de la rebeldía juvenil

LO QUE MENOS ME GUSTA: Que se intente rellenar metraje con otros personajes

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