DOGMA: cómo ser inteligente siendo tonto




En 1999, tras su éxito con Clerks y Mallrats, Kevin Smith estaría estrenando su sexto trabajo como director, una sátira llena de humor paródico, ácido y escatológico extrañamente mezclado con una crítica aguda a la transformación tan brutal que con el paso de los siglos ha tenido el sistema religioso. Refiriéndose sobretodo a la Iglesia Católica. 


Ojo, que aquí hablo de la transformación que ha tenido, no de lo que es, ya que, como bien sabemos profesemos la religión que profesemos,creamos o no, la ideología de Cristo y de Dios son el amor y la unión de la humanidad, contrario a lo mostrado en la película del señor Smith. Y es que este no es un grito para cambiar a la iglesia, sino para cambiar a la gente, tan alejada del ideal del que dicen formar parte. Aclarado ya esto con fin de no tener ninguna represalia por malentendidos, podemos empezar.




Loki y Bartleby (Matt Damon con su carisma al cubo y Ben Affleck, respectivamente) son dos ángeles expulsados por la eternidad por haber desobedecido a Dios. Aburridos de su estadía en la Tierra, ven una oportunidad de irse cuando la Iglesia Católica decide dar una imagen más amigable, cambiando al deprimente Cristo colgado en la cruz, por el Buddy Christ (sí, el meme) y para celebrar este cambio deciden dar la indulgencia plenaria, solamente cruzando un arco. Con esto volverían al cielo.


¿El problema? Que Dios no puede estar equivocado (equivocada, aquí es mujer), y si ellos son perdonados lo estaría, lo que provocaría una paradoja que produciría una reacción en cadena que seguramente desarticularía el continuo espacio-tiempo y destruiría todo el universo. Metatrón, la voz de Dios que aquí y en todas partes es Alan Rickman, encomienda a Bethany (Linda Florentino que *spoiler* es descendiente de María y José) para que con la ayuda del apóstol número trece (Chris Rock, que no fue incluido en la Biblia por ser negro), una musa que es Salma Hayek y los infaltables Jay y Bob el Silencioso (Jason Mewes y Kevin Smith) detenga a estos dos ángeles en su búsqueda por el perdón.


Ahora, si eres religioso, entiendo porque estás refunfuñando ahora mismo, pero hay que entender, como acabo de decir, que esto es un llamado a este sector que abarca a un enorme porcentaje de la humanidad que cada día más contradice sus propios ideales. Llama también la atención a muchos fragmentos de la Biblia que bien podrían ser un poco hipócritas respecto a todo lo que ha profesado, pero créanme, por mi bien, que se centra en los creyentes posser.

Ahora, como comedia no se ciñe a nada, es grosera, grotesca, ofensiva, ácida, inescrupulosa, burlona y mil definiciones más. Un humor que sabemos Kevin Smith sabe manejar. Pero lo que para mí la hace genial y sobresaliente en medio de tantas películas que hay de este estilo es como es capaz de ser inteligente y dar una crítica objetiva pero dura manejando un humor tan de berretín. Profundiza mucho en el tema de la religión inventándose cosas que no existen en ningún manuscrito. Pocos pueden hacer que algo así funcione.




LO QUE MÁS ME GUSTA: su cinismo

LO QUE MENOS ME GUSTA: Salma Hayek sobra un poquito



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