LAS VIRGENES SUICIDAS: El arte de la seduccion
Sofia Coppola es una promesa del cine moderno que lleva demostrando su talento desde que empezó a filmar por primera vez detrás de cámaras. No hablemos como actriz, que es lo opuesto completamente. Gracias a su horrible experiencia que llegaremos a comentar en un futuro, le sirvió reflexionar y cambiar sus planes en el mundo del cine, modificando su rol de la interpretación a la dirección.
Al llegar el film en el último año de la década, la gente quedó trastornada ante la historia tan bien contada, basada en una escalofriante historia real, dada por una visión propia de los hechos de parte de Coppola. El suicidio múltiple de las hermanas Lisbon fue un acontecimiento que merecia ser llevado a la gran pantalla, pero nadie estaría preparado para adentrarse en ese universo parecido al creado por Truman Capote (Non-fiction novel).
La película enseñando a sus bellísimas protagonistas y presentándolas en desarrollo, con el objetivo de llevarte con ellas a los caminos de la locura y para cuando ocurran las desgracias te dejen sin aliento. A partir de la media hora ocurre la primera de todas y aún así sigues viéndola. ¿Por qué será? La directora utiliza el arte de la seducción para atraparnos y no dejarnos escapar, de la mano de sus chicas suicidas, lideradas por una joven talentosa Kirsten Dunst, que en un futuro ya daría alegrías a Hollywood.
Nos quedamos extrañados al ver como las hermanas siguen sus vidas a pesar de sufrir una terrible desgracia. Continuan su vida en la escuela y conocen a chicos nuevos, viviendo las tópicas vidas teenager. Rompe la mecánica que estaba llevando la película y se trasforma por varios momentos en algo simple y de desinterés. Hasta llegar a un nuevo giro, donde porfin, la película alcanza ese climax de locura y ya es cuando todo es inesperado.
Al acabar, nunca sabemos los motivos de los suicidios, porque así fue en la vida real. Sofia Coppola nunca llegaría a inventarlos. Lo que hace es adaptar los hechos de la forma más verídica posible.
